El cabildo de la catedral de Santiago anunció, a través de un comunicado, que a partir de enero las visitas guiadas en grupo dejarán de tener acceso libre y pasarán a estar reguladas en base a unos recorridos oficiales, que tendrán un coste de hasta seis euros.
El precio incluye un recorrido por la basílica y por el museo. Habrá unos horarios establecidos para las rutas guiadas.
Debido a que la polémica está servida, a continuación os daremos nuestros puntos de vista sobre esta situación.
Chica P:
Hasta ahora la catedral de Santiago es una de las pocas con acceso libre de toda España y en mi opinión, defiendo esta medida porque me parece correcta y acertada.
En primer lugar porque creo que debemos seguir el ejemplo de Europa. Ya que pagamos por entrar en la catedral de Notre Dame (Francia) o la catedral de Milán en Italia, ¿por qué no pagar por esta nuestra catedral?
En segundo lugar, creo que la catedral de Santiago de Compostela tiene tanto valor como las demás, teniendo en cuenta que es un Bien de Interés Cultural y Patrimonio de la Humanidad.
La ciudad en sí tiene una amplía riqueza cultural.
Y por último, prefiero pagar la entrada a una catedral por el único motivo de que el dinero recaudado se reinvierte luego en la restauración y conservación de estas imponentes obras, ya que el gobierno actual seguramente dejaría a su suerte muchas de las obras que posee España.
Respecto a los precios actuales de las entradas tengo que decir que me parecen un poco exagerados.
Chica V:
Opiniones encontradas es lo
que ha suscitado entre los peregrinos y visitantes la adopción de esta medida.
“Hay que pagar, hay que
ayudar, estamos en crisis, pero mejor es que no se cobre”, es alguna de las
opiniones que me encuentro cuando le pregunto a la gente lo que opina.
En la actualidad, el momento
de crisis por el que estamos pasando está repercutiendo gravemente sobre
nuestro patrimonio, entre otras cosas, la crisis ha recortado drásticamente las
subvenciones que llegaban desde las administraciones, lo que ha generado
diferentes problemáticas a la hora de su conservación.
Personalmente estoy en
contra de esta medida, es lo primero que me pasa por la mente, ¿por qué tengo
que pagar para entrar en “la casa de Dios”? .Desde el punto de vista religioso,
es algo que va totalmente en contra de los dogmas cristianos.
Pero vamos a pensar en el
hecho de que la Catedral
de Santiago es un verdadero “motor económico” del que muchas empresas dependen
directa e indirectamente, por no hablar de lo que todo lo que genera el Camino de Santiago en toda Europa y en el Mundo.
Es por ello que debemos
pensar en qué medida nos afectaría si no se recaudasen los fondos suficientes
para poder conservar este patrimonio religioso, ¿qué pasaría si se dejase de
mantener?.
Por otro lado, la adopción
de esta medida, dicen que responde a lo más importante que será “organizar las visitas guiadas al interior de
la catedral, más que quedarse con el asunto de cobrar” es una parte del Proyecto de Ordenación.
Hay cuestiones de orden, de
seguridad… el Plan de Seguridad les obliga a establecer unos recorridos, unos
topes de gente en el interior de la catedral…hay temas de coexistencia entre parte
cultural y espiritual de la catedral, es decir, entre la gente que viene a rezar
y la gente que viene a visitar el templo
de forma cultural.
Sea de una forma u otra, estos
edificios no dejan de ser bienes culturales, que forman parte de nuestro patrimonio,
nuestro como españoles y en algunos casos de la Humanidad, es por ello que
por otro lado, manifiesto mi conformidad si con estas medidas de lo que se trata
es de preservar estos edificios y ayudarlos a mantener en el tiempo para que puedan
ser contemplados por futuras generaciones, al fin y al cabo, además de constituir grandiosos ejemplos de arte y arquitectura, no dejan de ser auténticas historias narradas en la piedra, es el legado que nuestros antepasados nos han querido transmitir.